Transcurridos 17 días desde que Israel emprendió la ofensiva Plomo Fundido sobre la franja de Gaza, los servicios de urgencia palestinos reportan la muerte de 917 personas, 277 de las cuales eran niños, 95 mujeres, 92 ancianos y 12 trabajadores de los servicios médicos, así como unos cuatro mil cien heridos.
Del lado israelí han fallecido 13 individuos, incluidos cuatro civiles, según el Ministerio de Defensa, que no ha proporcionado un balance global sobre sus heridos entre fuerzas militares y población civil, aunque algunas bajas han sido por fuego amigo. La dependencia aseguró hoy haber matado en más de dos semanas a 550 combatientes del movimiento de resistencia islámica Hamas.
Unos 30 mil residentes de la franja han logrado refugiarse en centros provisionales de la Organización de Naciones Unidas (ONU), pero otros 60 mil sólo han podido acomodarse en viviendas de familiares dentro de la ciudad de Gaza, ante la imposibilidad de huir de los bombardeos y los combates en este territorio de la costa mediterránea, cercado militarmente por Israel desde hace varios años.
Este lunes, cuando las fuerzas armadas israelíes parecían encaminarse hacia la ocupación de la frontera entre la franja de Gaza y Egipto para sellar el único acceso al exterior que tenían los palestinos en esta región, las organizaciones Caritas y Christian Aid denunciaron que la aviación destruyó con disparos de misiles dos clínicas totalmente equipadas en ciudad de Gaza, a pesar de que el Ministerio de Defensa de Tel Aviv sabía que las instalaciones funcionaban con su apoyo.
Hospitales saturados por más de 4 mil heridos
La información sobre el bombardeo de las clínicas fue divulgada en medio de señalamientos de la Cruz Roja Internacional y de la Organización Mundial de la Salud sobre la saturación de hospitales con heridos que hoy llegaron a 4 mil cien.
La clínica financiada por la organización católica Caritas fue blanco directo de un misil el viernes pasado, aunque el impacto causó daños a 20 viviendas que se encontraban en los alrededores en el barrio Meghazi, que había sido abandonado por los residentes.
Tan sólo 24 horas después, la clínica patrocinada por la organización Christian Aid –principalmente dedicada a la atención de niños– quedó reducida a escombros cuando otro misil aéreo fue disparado sobre las instalaciones. La directiva del nosocomio recibió una llamada previa de militares israelíes para exigir que en un plazo de 15 minutos evacuaran el inmueble.
La destrucción de las clínicas no constituye la primera agresión contra servicios médicos. La semana pasada, la Cruz Roja Internacional informó que uno de sus equipos fue blanco de proyectiles israelíes.
Según testigos y reportes oficiales del Ministerio de Defensa de Tel Aviv, los ataques nocturnos sobre posiciones de combatientes palestinos disminuyeron hoy de un promedio diario aproximado de 40 a 25, pero continuó el fortalecimiento del cerco a la capital provincial.
Eso incluyó enfrentamientos en el barrio Tuffah con la guerrilla palestina y tropas israelíes apoyadas por vehículos blindados (en el frente norte), desplazamiento de tanques en los barrios Zeitun de la periferia de ciudad de Gaza (frente este) y Jeque Ajlin y Tal el Hawa (del frente suroeste).
Según un despacho de Afp, los pelotones de tanques en los tres frentes lograron avanzar unos cien metros hacia áreas con mayores cantidades de población, lo que parece confirmar la intención de Tel Aviv de llegar hasta el centro urbano. Apenas el domingo, la artillería móvil y la infantería comenzaron su desplazamiento en zonas urbanas de la capital provincial.
Fuentes del Ministerio de Defensa informaron que algunos de los blancos de la aviación durante la noche del domingo al lunes están en los límites de la franja de Gaza con Egipto, en la orilla sur de la ciudad de Rafah, cuyas viviendas han sido desde hace varios años blanco de bombardeos israelíes.
En círculos diplomáticos occidentales, según un despacho de la agencia Reuters, los planes militares de Israel incluyen la opción de recuperar el control total de los 14 kilómetros de frontera, donde se encuentra el corredor Filadelfia y bajo el cual fueron construidos decenas de túneles que servían para el contrabando de alimentos y artículos de uso común, así como el trasiego de armas.
La ocupación del corredor formaría parte de la llamada “tercera fase” de Plomo Endurecido, que comenzó el 27 de diciembre con bombardeos de la aviación y los buques de guerra estacionados frente a la costa palestina, y continuó el 3 de enero con la invasión de la artillería móvil y la infantería.
Según las fuentes diplomáticas, la recaptura de la franja fronteriza daría a Israel un elemento adicional de negociación, de cara a las pláticas que auspician Egipto y Francia en El Cairo entre representantes de Israel, Hamas y la Autoridad Nacional Palestina, presidida por Mahmoud Abbas, de Fatah, el partido fundado por el líder histórico Yasser Arafat.
La intensificación del bombardeo sobre el corredor ocurrió mientras la radio militar israelí informó que Amos Gilad, representante del Ministerio de Defensa, postergó su llegada a la capital egipcia para dar tiempo a las tropas a que aumenten su presión sobre la resistencia palestina.
